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[COBERTURA] inFAMOUS: Second Son en Argentina


El hijo pródigo regresa.
 

La cinta no se detiene, no se detiene. La hilera se mantenía tensa y a la espera, palpitante. Su centenar de ojos se aferraban a las puertas, casi pidiendo que se grite “¡LARGARON!”, que se dé el fustazo. Los sospechosos de siempre la encabezaban y yo, me daba nuevamente el lujo de estar entre ellos. Me hallé junto a esas caras con las que comparto el gusto, con las intercambiamos risas. Sony hizo los arreglos, preparo la puesta; las entradas ganaron dueños y todos nos congregamos a ese punto.

La hilera se mantenía tensa, la cinta no se detiene.

25 de Marzo a las 18 horas, Centro Cultural Recoleta Sala Villa Villa; entramos en patota. Otra vez éramos cordialmente recibidos.

Uno a uno nos fuimos haciendo responsables del apellido, recibiendo la chapa que se ata al cuello. Hicimos ademanes en la barra, probamos el alcohol, la comida; nos mezclamos. La temática del espíritu rebelde, “Heart shape box” de fondo. El bombillo rojo y los grafitis renegando contra la autoridad empapelando el lugar. Delsim Rowe se hacía presente, el Citroën estaba literalmente de cabeza.

“YOU ARE NOT IN CONTROL”

Las puertas se hicieron a un lado y nos dejaron vislumbrar la oscuridad del auditorio. Las cámaras de seguridad captaban rostros y rostros, pero solo esbozos fugases del infame.

La cinta no se detiene, no se detiene. Todos corremos sobre ella y no se detiene. Fuerza Bruta lo representa ante nosotros. Rowe corre y corre sobre aquella senda infinita que avanza sin pausa. Embiste, lo golpean, cae; no se detiene. La analogía un show y sus integrantes te gritan el mensaje en la cara con esa ferocidad que se impregna en tu piel. El espacio muta con figuras que vuelan por los aires, y la cinta no se detiene. Las paredes plásticas te oprimen, el techo se desploma. El baño de neón acompaña el pulsar de los tambores. Allí, la murga enfurecida incita al público, golpea con fervor los instrumentos. Como siempre, espectáculo digno de ser visto alguna vez; dejarse bautizar con el tergopol en el pelo, las ráfagas de aire y las gotas en la frente.

La ovación, luces y Juan Santiago Cadelago en el escenario. Luego de la introducción correspondiente, la información pertinente, inFamous: Second Son fue presentado y está finalmente al alcance de nuestras manos. Apretamos los números entre los dedos, expectantes, con ansias. Sony lo orquestó, el sorteo dictó veredicto y solo los afortunados pudieron sostener con alegría, esa dichosa copia del título que llevarían consigo a casa. Volvimos a deleitarnos con el catering y, es aquí cuando se hace visible lo relevante.

Podemos discutir, concordar y disentir. Podemos buscarle la relación, el simbolismo al show. Podemos sí, pero no podemos negar que Sony lo está haciendo. Lo dije antes y lo vuelvo a decir.

Su campaña se viene generando desde antes de que yo pisara el auditorio que vio su nueva consola el año pasado. La empresa nos está prestando atención; somos poco a poco parte del mercado real y simultaneo. Es esto lo que rescato por sobre todo y lo que, dejando de lado fanatismos, es importante. Si por mí fuera tendría todo sistema, ya divertirme es lo que me busco, sea en donde sea. Ellos me lo están trayendo a casa.

Gracias Sony y a toda esa gente que, como dije en un principio, me alegro de ver en cada evento. [i]

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